lunes, 9 de julio de 2012

Tokio Blues (Norwegian Wood)



La muerte no se opone a la vida,
la muerte está incluida en nuestra vida”.

Escrita en 1987, la novela de Haruki Murakami supo ganarse, justamente la fama y predilección de la juventud japonesa. Aunque en un principio este éxito molestó al autor, es evidente que es una de las novelas mejor logradas de las letras japonesas contemporáneas. Ambientada en los años sesenta en Tokio, “Tokio Blues” da cuenta de los años de estudiante de Toru Watanabe y de sus relaciones con dos mujeres que marcaron su historia, que ahora cuenta en retrospectiva desde un aeropuerto en Alemania, Naoko y Midori. La primera es una joven de frágil salud mental revestida de un halo de sensualidad y, la segunda, una muchacha extrovertida, cariñosa y, en ocasiones, delirante.            
            El tema de la novela trasciende los temas de la pérdida y la sexualidad, explorando el amplio potencial simbólico del que Murakami es capaz. Las alusiones a “El gran Gatsby” y la “Montaña mágica” constituyen un microcosmos narrativo en que los referentes literarios juegan un papel fundamental: la constitución de una bruma simbólica que reviste cada página de la novela. La muerte es vista como un desarrollo natural de la vida, un espacio en que el individuo queda anclado por siempre, sin jamás volver a envejecer. La sexualidad está revestida de la sombra fatídica de la muerte, como si no pudiesen desligarse la una de la otra, pues cada encuentro sexual tiene detrás la oscura presencia de alguien que ya no ocupa lugar en el mundo. 
            La novela de Murakami es una bella representación de la soledad humana, de un vacío existencial ligado a la nostalgia que produce el recuerdo. Si bien ha sido recibida con aplausos por la crítica occidental, se separa de la normativa de la narrativa japonesa, hecho que ha producido hondo sinsabor en los lectores del país naciente. No obstante, como señalo arriba, la novela ha sabido abrirse paso en las lecturas de la juventud japonesa, pese a su evidente relación con la cultura occidental. “Tokio Blues” constituye un gran acierto en la narrativa contemporánea y atrapa con facilidad la atención del lector. Murakami demuestra con virtuosismo su derecho a ocupar el lugar que ocupa en el universo de las letras. 

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