“El
movimiento estaba, por tanto, totalmente orientado hacia lo peor”
-Henry
Jekyll
Publicada en
1886, la novela corta de Robert Louis Stevenson trata de las dicotomías del
carácter humano, ejemplificadas en la figura de un ser compuesto enteramente de
maldad y exento de toda traba moral. En ella el abogado Utterson se interesa
por la extraña aparición de un personaje que recorre las calles londinenses,
cobijado por la penumbra, y que, como un crápula, se regodea en cada uno de sus
crímenes. La aparición de esta criatura, en el sentido deshumanizado de la
palabra, lo llevará a uno de sus más antiguos amigos, el doctor Jekyll, sin
sospechar qué tan profundamente están ligados ambos seres.
Escrito con una celeridad
impresionante, la novela de Stevenson es una pieza magistral del drama psicológico,
una exquisita historia donde convergen el suspense y el terror gótico y cuya
trama le sobrevino al tuberculoso escritor en un sueño. A pesar de la amplia
distribución de esta historia y sus sucedáneas adaptaciones a la pantalla
grande, la novela de Stevenson es aún hoy un caso excepcional y maravilloso,
imposible de leer despacio pues el lector se verá conducido por el manejo estilístico
del escritor al vertiginoso final que esconden las últimas líneas del texto. A
caballo entre la anticipación a la teoría freudiana y la novela de detectives El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde resulta en una fastuosa narración de los
dramas internos que acaecen en la psiquis humana, que se debate entre la
moralidad y el instinto.
La novela de Stevenson es quizás una de las piezas decimonónicas de
más rica entretención. Alejada del naturalismo indaga, sin saberlo, en las más
profundas disquisiciones de la mente humana, creando una hibridación en el
género narrativo que no es ni terror ni drama psicológico sino un género nuevo,
inclasificable. Un must read para los
amantes de la literatura de suspense, un clásico que casi culmina la literatura
gótica.
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